lunes, 4 de septiembre de 2017

La ofensiva de Alepo contra ISIS: Encuentro entre tropas sirias y kurdas.

Tras la derrota total de la amalgama de los grupos armados en la ciudad de Alepo, liberación que ya comentamos anteriormente que se produjo combinando combates con los procesos de conciliación nacional, las tropas sirias lanzaron una ofensiva contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) sobre toda la gobernación de Alepo. Los objetivos, aparte de una derrota total de ISIS, eran dos.
Primero: Frenar al denominado Escudo del Éufrates, una unidad militar liderada por las Fuerzas Armadas de Turquía y una serie de grupos militantes de nula reputación como la Legión del Levante (Ahrar al-Sham), que invadió desde el 26 de agosto de 2016 el norte de Siria para frentar tanto a ISIS como a las brigadas kurdas del YPG/J con el objetivo de penetrar hasta Raqa y crear un protectorado en el norte de Siria.
Segundo: Alcanzar la estación de tratamiento de agua potable a las orillas del Éufrates que está bajo control terrorista desde 2012 y que es responable de bombear agua a los campos agrícolas alepinos y a los varios millones de personas que viven en la gobernación de Alepo.
Esta gigantesca tarea le fue encomendada a una de las pocas unidades del Ejército Árabe Sirio que ha ganado combates porque los enemigos huían del campo de batalla. Hablamos de las Fuerzas Tigre.
General Nimr, en castellano El Tigre.
Tras el deleznable atentado que sacudió Damasco la mañana del 18 de julio de 2012 que acabó con la vida del Ministerio de Defensa y varios generales, el Alto Mando Mayor coordinado con el Presidente encarga al Coronel Husseil al-Hassan la formación de un cuerpo de élite que pudiera hacer frente a la guerra asimétrica a la que hace frente Siria. De ahí nacen las Fuerzas Tigre, de donde le viene el apodo al Nimr (Tigre en árabe). Desde entonces, el carismático Nimr, convertido en General, ha ido cosechando victorias de primera categoría para el Ejército. Esto hizo pensar desde el primer momento que esta ofensiva estaba avocada al mayor de los éxitos.
Y así ha sido, analicemos los resultados de esta ofensiva que comenzó el 17 de enero de este año.
A) El Escudo del Éufrates avanzaría hasta al-Bab, una pequeña ciudad que ISIS controlaba hasta que pactó su retirada con Turquía. El Ejército sirio controla Tadif, a un kilómetro al sur, lo que le sitúa en una posición estratégica para lanzar futuras ofensivas contra las tropas turcas –que Damasco considera invasoras- y los grupos militantes que le respaldan. Por ahora, esto supone el fin del avance del Escudo del Éufrates.
B) En los primeros 45 días de la ofensiva el Ejército sirio liberó más de 115 pueblos, lo que supone más de 1.800 kilómetros cuadrados de extensión que estaba bajo control terrorista. Aldeas que antes de la guerra contaban con 500 habitantes de media, a día de hoy prácticamente despobladas.

Mapa de PetoLucem de la ofensiva de Alepo el primer día. El 17 de enero.
Mapa de PetoLucem de la ofensiva de Alepo a día 8 de marzo.
C) Gracias a los avances realizados, las tropas sirias han logrado ubicarse en la orilla del río Éufrates, controlando así la planta potabilizadora. El Ejército no tenía presencia en el Éufrates desde 2012.
D) Esta ofensiva ha provocado que por primera vez las tropas sirias se encuentren sobre el terreno con las «Fuerzas Democráticas Sirias» (FDS) dirigidas por los kurdos y respaldadas abiertamente por los Estados Unidos.
Contrariamente a lo esperado, y conscientes de la amenaza turca que amenaza a ambos, la diplomacia y el buen trato han sido los protagonistas del encuentro. Compartiendo alimentos, armas e incluso con festejos entre las tropas sirias, rusas y kurdas. Es destacable la hábil estrategia de las FDS que conscientes de su incapacidad de hacer frente al Escudo del Éufrates cedió parte de su territorio a Damasco para que se enfrentaran ellos a la amenaza. Esta decisión, coordinada por Rusia, fue fuente de críticas por parte de los defensores de los kurdos y por parte de los defensores de los rebeldes, temerosos ambos de una posible reconciliación con el Estado sirio.
Para comprender esta situación debemos retroceder al origen de las Fuerzas Democráticas Sirias. Una coalición militar de varios grupos kurdos, árabes y turcómanos que operan en el norte de Siria. Han sido descritos como el enésimo intento de los Estados Unidos por crear una «oposición moderada». Las conocidas brigadas kurdas del YPG y el YPJ están integradas en la unidad, así como otros grupos que no dudan en exhibir la que en su día fue la bandera colonial de Francia en Siria que hoy en día emplean grupos que en occidente llamamos «rebeldes moderados».
A la izquierda, en amarillo, la bandera de las «Fuerzas Democráticas Sirias». Junto a esa bandera, la antigua bandera colonial de Francia en Siria empleada hoy día por los grupos militantes.
Un miliciano de las Fuerzas Democráticas Sirias admite en una entrevista con ARA News recibir apoyo de la Coalición liderada por los Estados Unidos
Uno de los miembros de esa coalición es el Manbij Military Council (Consejo Militar de Manbij, o MMC), cuya bandera es la siguiente:
Bandera del Consejo Militar de Manbij, conocido por su nombre en inglés Manbij Military Council (MMC),
El CENTCOM, El Mando Central de los Estados Unidos, en su cuenta oficial de Twitter, publica el 25 de febrero una foto de 3 combatientes kurdos en algún lugar del norte de Siria recibiendo entrenamiento por EE.UU. donde se veía el parche de Manbij Military Council (MMC). El tuit es el siguiente:
Tuit del CENTCOM con fecha del 25 de febrero, donde se ve a tres combatientes del MMC, según sus parches.
El 9 de marzo, debido a la exitosa ofensiva contra ISIS en Alepo, las tropas del Ejército sirio y las rusas se encontraron con las tropas el MMC. No tardó mucho en circular por las redes sociales varias fotos de soldados rusos y sirios con la bandera del MMC, así como combatientes del MMC que intercambiaban su parche con la Policía Militar rusa (abajo a la derecha).
Soldados rusos y sirios posando con parches del Consejo Militar de Manbij, conocido en inglés por sus siglas MMC, parte de una coalición dirigida por los kurdos
¿Por qué es tan relevante que los combatientes del MMC porten la bandera Rusia o Siria? Por un lado evidencia que el MMC, incrustado en la coalición de las Fuerzas Democráticas Sirias, es incapaz de hacer frente al Escudo del Éufrates, principalmente por la presencia del Ejército turco. Por pura supervivencia delegan en el Ejército sirio, con mejor entrenamiento y equipo que los combatientes kurdos, un gesto que puede desencadenar una posible futura reconciliación.
También demuestra otro fracaso de los Estados Unidos que ha hecho un gasto millonario entrenando a fuerzas kurdas (tanto de las SDF como del MMC) que sin titubear se han aliado a Rusia y le han cedido terreno a tropas sirias. Estas buenas relaciones suponen otro fracaso añadido a la diplomacia de Estados Unidos en la región, en su política de armar a cualquiera que se opusiera a Assad se ha aliado con fuerzas contradictorias como los turcos y los kurdos, enemigos entre sí pero en gran medida aliados de Estados Unidos.
No hay que olvidar que este primer encuentro amistosos entre tropas sirias, rusas y kurdas tiene lugar no solo en contra de los intereses de Estados Unidos, sino de los intereses de otros actores regionales e internacionales.
Mientras que Estados Unidos mantuvo -y mantiene- un doble o triple juego, Rusia ha sido mucho más clara en sus intereses y un aliado mucho más fiel sobre el terreno, sabiendo despertar simpatías en Abdalá II, Rey de Jordania, e intentando lo propio con el Sultán Erdogan.
Combinando estos esfuerzos con las conversaciones intrasirias en Astana y Ginebra resaltan las intenciones de Rusia de potenciar los diálogos diplomáticos, a diferencia de otros actores que pretenden perpetuar el conflicto.
La derrota de ISIS en Alepo podría ser calificada de humillante, supone su expulsión total de los territorios que hace tan solo un año eran intocables y allana el terreno para asaltar Raqa, el mayor núcleo urbano que mantiene ISIS en Siria e Irak, con la batalla de Mosul en marcha. A pesar de estas enormes victorias, sin embargo, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la República Árabe Siria continúa siendo una asignatura pendiente de la Unión Europea.
Como habíamos comentado en la primera parte de este artículo las Fuerzas Armadas sirias, lideradas por las Fuerzas del Tigre, lanzaron una operación a gran escala en la gobernación de Alepo. Esto derivó en el contacto con las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por los kurdos y respaldados por Estados Unidos, y el bloqueo al Escudo del Éufrates, liderado por Turquía.
El 22 de marzo de 2017 los grupos insurgentes iniciarían una ofensiva en Hama sobre la importante ciudad cristiana de Mhardeh con el fin de frenar el avance del Ejército Árabe Sirio contra el Estado Islámico en Alepo. La premisa de la ofensiva era simple, si el Ejército destina sus recursos a combatir en Alepo, los rebeldes yihadistas masacrarían la ciudad cristiana en Hama. La táctica de los terroristas funcionó durante un tiempo y se congeló el frente de Alepo, se redigirió a las Fuerzas Tigre a Hama y cuando los rebeldes yihadistas fueron derrotados y se fortificó nuevamente la ciudad cristiana se reactivó el frente en Alepo.
Esto demuestra una vez más la coordinación militar entre grupos insurgentes que se califican incluso como «moderados» en Hama y el Estado Islámico en Alepo. Del mismo modo que también demuestra los grandes recursos que dedica el gobierno y el Ejército sirio a defender a la sociedad sirias, sean de la religión, secta o raza que sean, en este caso la milenaria cultura cristiana ortodoxa en Siria.
Esta ofensiva retrasaría durante casi dos meses este frente, expulsando virtualmente al Ejército sirio de la carrera por liberar Raqa, que será liberada por las Fuerzas Democráticas Sirias, dirigidas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos, cuyo plan de gobierno para una ciudad árabe es totalmente ignoto.
Un factor que se ha subestimado bastante para entender el presente y futuro de las relaciones entre los grupos kurdos y el Estado sirio son las autopistas que conectan regiones controladas por el Ejército y las regiones controladas por los kurdos.
La autopista que mayor importancia adquiere es la que conecta la ciudad de Alepo con Qamishil, en Hasaka, al noroeste de Siria, que comparte el control entre el Ejército sirio y las brigadas kurdas. De menor categoría estratégica serían las autopistas que conectan Sheikh Maosoud con Afrín y Afrín con Manbij.
El acuerdo entre el gobierno sirio y el partido político kurdo del PYD (Partido de Unión Democrática) permitió desde abril que los ciudadanos sirios (kurdos, árabes, turcómanos, etcétera) pudieran usar la autopista entre Alepo y Hasaka, reencontrándose por primera vez en cinco años. Además, se logró impulsar el comercio de mercancias lo que beneficia a las brigadas kurdas y al Ejército sirio en pos de una posible reconciliación con el Estado sirio.
Tras la derrota que está sufriendo el grupo terrorista Estado Islámico, una derrota que está siendo tan rápida como fue su expansión durante el 2015, lo que falta por ver es quien controlará todos los campos petrolíferos y de gasíferos del este de Siria, si el Ejército sirio o las Fuerzas Democráticas Sirias dirigida por los kurdos y apoyada por los Estados Unidos.
Sin embargo, esta aproximación de los kurdos al Estado sirio se ha visto frustrada por una escalada que hemos visto aumentar durante el mes de junio.
İlham Ahmed, portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias, dio una entrevista en la que afirmaría que “Estamos listos para cooperar con Arabia Saudí”. Esa misma semana, Salih Maslem Mohamed, el co-presidente del PYD, la rama política de las brigadas kurdas del YPG e YPJ, afirmó en otra entrevista que impediría que el Ejército sirio y el Ejército iraquí se encontraran en la frontera sirio-irakí (actualmente controlada por ISIS) ya que eso perjudicaría al PYD. Como colofón de esta escalada, se filtró un contrato firmado entre las YPG y los Estados Unidos por 10 años de duración en cooperación militar.
De ser cierto este documento –y contrariamente a lo que se pueda pensar- sería una gran derrota para los kurdos. La ínfima posibilidad que tenía el PYD  de lograr una autonomía o federación kurda se esfuma completamente si las brigadas kurdas se convierte en un proxie de Estados Unidos con soldados y bases militares en el norte de Siria. La presencia extranjera de un país hostil elimina por completo la posibilidad de una posible autonomía kurda y convierte a los kurdos en un posible objetivo de ataque una vez sea derrotado el grupo terrorista Estado Islámico en el centro y este de Siria.
En plena escalada de tensión, tuvo lugar el episodio en el que las Fuerzas Democráticas Sirias bloquearon el rescate de un piloto herido del Ejército sirio que fue atacado por la Coalición liderada por los Estados Unidos –que supuestamente combate el terrorismo-. El piloto actualmente continúa detenido por las brigadas kurdas y se negocia su liberación.
Este no ha sido el único ataque de Estados Unidos en los últimos tres meses. De hecho los Estados Unidos bombardearon una base militar siria donde se encontraban unidades rusas con unidades sirias. Los Estados Unidos tambien bombardearon hasta en tres ocasiones las fuerzas sirias en la frontera de al-Tanf con Irak. Además, los Estados Unidos derribaron un dron de fabricación iraní que bombardeaba objetivos del Estado Islámico. Toda esta escalada de tensión y de provocaciones constantes van en el sentido opuesto que de un proceso de reconciliación nacional que entorpece retomar unas relaciones diplomáticas bilaterales entre Siria y la comunidad internacional.
Al no caer Siria en las provocaciones, EE.UU. está logrando el efecto contrario al deseado y únicamente acumulan y crean nuevos enemigos. La decisión de los kurdos de aproximarse a Estados Unidos y posicionarse a favor de Arabia Saudí en el conflicto catarí-saudí puede entenderse incluso como una buena decisión en términos cortoplacistas en cuanto a dinero y apoyo militar, pero a medio y largo plazo se demostrará un error. Por no hablar del error que supone que los kurdos mantengan buenas relaciones con el Reino wahabita mientras combaten en contra de los wahabitas en Raqa. Superar estos obstáculos supone más piedras en el tortuoso camino de la reconciliación de los kurdos con el Estado sirio, reconciliación que a pesar de que sufrirá episodios aislados, parece inevitable.

Publicado originalmente en: Furor Televisión (I) (II)

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